La biotecnología no es, en sí misma, una ciencia; es un enfoque multidisciplinario que involucra varias disciplinas y ciencias (biología, bioquímica, genética, virología, agronomía, ingeniería, química, medicina y veterinaria entre otras).
Hay muchas definiciones para describir la biotecnología. Podemos entender por biotecnología la serie de procesos industriales que implican el uso de organismos vivos, bien sean plantas, animales o microorganismos. La biotecnología es la nueva revolución industrial. La idea
que subyace en ella es sencilla: por qué molestarse en fabricar un producto cuando un microbio, un animal o una planta (los verdaderos protagonistas de la biotecnología) pueden hacerlo por nosotros. Así, se pueden lograr desde combustibles a medicinas, pasando por plásticos, alimentos, vacunas, recursos minerales, etc. Millones de años de evolución les capacitan para ello. Existen microorganismos para todo: los hay que son capaces de vivir en agua hirviendo, y los que habitan hielo, pasando por los que existen en el interior de la corteza terrestre. Son capaces de comer petróleo, madera, plástico, e incluso rocas sólidas.
Pero pese a todo, no siempre es fácil encontrar el organismo o célula adecuados para producir un determinado producto. No hay problema: se crean. Para ello la biotecnología cuenta con una poderosa herramienta, la ingeniería genética. En muchas ocasiones, la propia biotecnología se confunde con ella.
Como tal, la biotecnología ha sido utilizada por el hombre desde
los comienzos de la historia en actividades tales como la preparación del pan y
de bebidas alcohólicas o el mejoramiento de cultivos y de animales domésticos.
Históricamente, biotecnología implicaba el uso de organismos para realizar una
tarea o función. Si se acepta esta definición, la biotecnología ha estado
presente por mucho tiempo. Procesos como la producción de cerveza, vino, queso
y yoghurt implican el uso de bacterias o levaduras con el fin de convertir un
producto natural como leche o jugo de uvas, en un producto de fermentación más
apetecible como el yoghurt o el vino Tradicionalmente la biotecnología tiene
muchas aplicaciones. Un ejemplo sencillo es el compostaje, el cual aumenta la
fertilidad del suelo permitiendo que microorganismos del suelo descompongan
residuos orgánicos. Otras aplicaciones incluyen la producción y uso de vacunas
para prevenir enfermedades humanas y animales. En la industria alimenticia, la
producción de vino y de cerveza se encuentra entre los muchos usos prácticos de
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