h En nuestro genoma y en el de todos los
organismos vivos hay material genético repetido, probablemente de origen
bacteriano o viral, llamado “transposones” que representa al menos 30% del
genoma humano. En el maíz los transposones constituyen 85% de su genoma. Los
transposones son secuencias de DNA que pueden translocar su posición en el
genoma, es decir pueden “brincar” de un lugar a otro, inclusive entre
cromosomas, por lo que han jugado y siguen jugando un papel importante en la
reorganización y evolución del genoma. En el maíz, los granos de colores
diferentes en una mazorca son resultado de este tipo de fenómeno que ocurre en
un mismo individuo.
- Se a modificado genéticamente, a lo largo de cientos de años, las especies que utilizamos para alimentación, y hasta hace poco sin conocer la estructura del ADN, utilizando mutágenos que se sabe generan múltiples cambios en los genomas de los organismos. Sin embargo, estas técnicas originales de mutagénesis y los organismos generados, no se cuestionan como los transgénicos, cuando en el fondo hoy sabemos que los métodos usados previamente generan cambios mucho más amplios en el genoma de estos organismos. La razón de la falta de cuestionamiento es, probablemente, la ausencia de daño por estos organismos altamente modificados, desde el punto de vista genético.
h Dispersión de polen y
semillas de OGM.
h Hibridación
y flujo de genes entre cultivos modificados genéticamente y los no
modificados, así como con los parientes silvestres.
h Pérdida de germoplasma (variabilidad
genética).
h Potencial de convertirse en malezas
h Introducción de especies exóticas.
h Competencia entre especies.
h Efectos en especies no blanco (interacciones
en los ecosistemas).
h Desarrollo de nuevos virus a partir de virus
que contienen los OGM.
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